El nuevo mundo de Carlos
El centro educativo Madre Teresa de Calcuta Fe y Alegría tiene varios años en un proyecto de mejora de la calidad y por tal motivo realizó una tercera evaluación donde participaron representantes de los diferentes miembros de la comunidad educativa con la finalidad de analizar sus fortalezas y debilidades, para luego elaborar un plan de acción que le permita superar sus deficiencias, entre las problemáticas encontradas, vieron que en la Matemáticas y la Lengua Española todavía tenían debilidades que ameritaban ser trabajada. Es por ello que en este nuevo año escolar los docentes establecieron como propósito principal trabajar más estas áreas.
En este año escolar las docentes del segundo grado del nivel Primario planificaron en base a seguir reforzando a sus estudiantes, los cuales recibieron con diversas actividades creativas, recreativas y educativas, todos muy ilusionados y deseoso de iniciar sus docencias; entre ellos estaba Carlos, el cual era un niño con una inteligencia peculiar, le fascinaba todo ese mundo de colores y sonidos, que el experimentaba todas las mañanas en su mundo mágico; su aula de clases.
Para él, todos los días era una aventura, llegaba bien temprano a la escuela y con un beso se despedía de su tía Yari, quien tenía el compromiso de traerlo. Apresurado corría a compartir con sus compañeros/as, tantas voces y sonidos diferentes que lo motivaron aun más, hasta que sonaba el ring, ring del timbre hablador que le indicaba el acto de la bandera.
Ya puesto en la fila, para muchos parecía normal; pero para Carlos era una batalla de súper héroes que se libraba con el son de quisqueyanos.
Así era su mundo, hasta que un día Elena, su profe favorita, le explica a través de cantos y cuentos que cada objeto y cosa de su mundo tiene un nombre y esos nombres se expresan en palabras y esas palabras tienen letras; Carlos boquiabierto y con una mirada que se perdía en el espacio, no comprendía lo que decía su profe.
El conocía todo, pero no comprendía que lo que él veía y tocaba podía leerse y hasta escribirse, fue entonces cuando en su mundo fantástico aparecieron monstruos gigantes en forma de letras que lo asustaban, todo el abecedario estaba en su contra, conspiraban contra él. Solo se escuchaban las voces: Carlos no Sabe leer.
Ufff por fin viernes dijo Carlos, pero el fin de semana pasó deprisa y llego el lunes, ya no era tan divertido ver el escudo de la bandera y no saber lo que decían sus letras, suena el timbre y Carlos atemorizado se dirige al aula, que en vez de un mundo mágico se había convertido en odisea. Pero Elena, el viernes pasado, al notar la preocupación de Carlos de no saber leer, buscó asesoría de sus compañeros/as de labores, su coordinadora pedagógica, con el departamento de orientación y la directora. Le explicó que tenía un niño muy inteligente, pero que tenía cierta dificultad para aprender a leer y escribir, en ese diálogo encontró que como Carlos, en los demás grados también estaba presente dicha dificultad. Así que entre todos decidieron elaboran un plan que le permitiera ayudar a superar dicha problemática.
Este plan lo titularon ‘Una clase divertida’ donde los docentes el lunes recibieron a sus estudiantes con cantos, videos, cuentos, acrósticos, todos los objetos del aula tenían con sus nombres en letras gigantes de colores.
Cuando Carlitos entró al aula dijo: Waaaoooo… la profe Elena paso todo el fin de semana decorando el aula, las vocales eran amigables y con cuentos, cantos y poesía, hizo el aula más divertida nunca antes vista. Carlos empezó a socializar y se le hizo tan fácil aprender a leer…
Así es el nuevo mundo de Carlos.
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